8, Rue Maguelone, 34000 Montpellier
En Montpellier, algunos lugares logran combinar el ritmo urbano con la suavidad de un momento suspendido. El Hotel Royal es uno de ellos. A solo unos minutos a pie entre la estación de tren Saint-Roch y las animadas calles alrededor de la plaza de la Comédie, ofrece una parada tan elegante como funcional, diseñada tanto para una corta estancia de negocios como para una escapada en pareja o una visita más prolongada.
Detrás de los muros de un edificio haussmanniano con más de un siglo de historia, el ambiente actual revela un sutil equilibrio entre líneas industriales e influencias artísticas. El diseño interior ha sido recientemente renovado con tonos llamativos —rojo frambuesa, amarillo dorado y azul ciprés— que se combinan con materiales cálidos como el parquet o los textiles de decoración. Esta elección decorativa crea una atmósfera enérgica, pero siempre relajante.
El hotel cuenta con cuarenta y seis habitaciones divididas en varias categorías, adaptadas a diferentes necesidades. Encontrará espacios adecuados para una o dos personas, así como habitaciones familiares diseñadas para alojar hasta cuatro viajeros. Cada habitación ofrece un confort acorde con las expectativas actuales: ropa de cama de calidad, aire acondicionado individual, buen aislamiento, televisión de pantalla plana y baño privado con ducha o bañera según la configuración.
El diseño interior privilegia el confort y la libertad de movimiento. Los espacios son amplios, las circulaciones fluidas y los armarios prácticos. Ya sea que quiera trabajar en el lugar, descansar o simplemente disfrutar de un momento de tranquilidad, las habitaciones están diseñadas como verdaderas áreas habitables. También podrá extender una esterilla de yoga, conectar sus dispositivos con los accesorios de conectividad proporcionados o simplemente relajarse en un ambiente propicio para desconectar.
En los espacios comunes, la atención al detalle se refleja en cada elemento: sillones cómodos, colores suaves, ambiente acogedor. Todos los días, entre las 16:00 y las 18:00, el hotel le invita a una pausa amistosa con té y algunos dulces. Este momento ofrece un verdadero respiro en un día lleno de visitas o compromisos laborales.
Por la mañana, se ofrece un variado buffet en la sala de desayunos. Bollería, mermeladas, huevos, lácteos, bebidas frías y calientes... la selección disponible le permitirá componer una comida completa, ya sea que tenga previsto un día de reuniones o un largo paseo por las callejuelas del casco antiguo. Los niños pequeños disfrutan de condiciones ventajosas para esta primera comida del día.
El hotel no dispone de aparcamiento privado, pero colabora con el aparcamiento de la Comédie, situado a pocos minutos a pie. Se ofrece una tarifa preferencial para estancias prolongadas. Así podrá llegar fácilmente al establecimiento, ya sea en tren, tranvía o coche.
La recepción está disponible las 24 horas del día, con personal dispuesto a responder a sus preguntas, recomendarle una exposición o guiarle hacia un paseo. También encontrará información práctica, periódicos, un servicio de consigna y la posibilidad de utilizar una sala de reuniones si necesita un espacio profesional en el lugar.
El hotel es completamente para no fumadores. Un ascensor conecta los diferentes pisos, y el personal habla varios idiomas para acoger tanto a visitantes francófonos como a viajeros de más lejos. Las familias pueden solicitar una cuna sin coste adicional, sujeto a disponibilidad.
El Royal Hotel se inscribe en una dinámica contemporánea sin renunciar a su apego a la historia local. La renovación ha sabido preservar las líneas clásicas e introducir un confort moderno. La elección de los materiales, la calidad de la acogida y la flexibilidad de los servicios lo convierten en un punto de referencia apreciado tanto por los habituales como por los nuevos visitantes.
A pie, solo necesitará unos minutos para llegar a la Opéra Comédie, pasear por las callejuelas del barrio de Écusson o descubrir la majestuosidad de las fachadas de la rue Foch. Montpellier es una ciudad que se descubre al ritmo de sus plazas sombreadas, sus mercados al aire libre y sus galerías discretas. Desde el hotel, el centro histórico está al alcance inmediato.
Los amantes de la arquitectura apreciarán la diversidad de estilos presentes en la ciudad, desde el sobrio gótico de la catedral de Saint-Pierre hasta las audacias contemporáneas del barrio Antigone o del Nuevo Saint-Roch. El museo Fabre, rico en colecciones que van desde el siglo XVII hasta el arte moderno, constituye una parada esencial para los apasionados de la pintura.
A pocos paradas de tranvía, el parque zoológico de Lunaret o los invernaderos del Jardín de las Plantas invitan a una inmersión en la naturaleza. También podrá acudir al Arena para asistir a un concierto o un evento deportivo, o llegar a las playas del litoral en unos treinta minutos.
Montpellier acoge durante todo el año una densa programación de festivales, espectáculos y exposiciones. El equipo del Royal Hotel sabrá orientarle hacia los eventos culturales imperdibles según el período de su estancia. El establecimiento se convierte así en el punto de partida ideal para explorar una ciudad curiosa, vibrante y decididamente orientada hacia el futuro.
Ya sea que venga por negocios o por placer, solo, en pareja o en familia, encontrará en este hotel una dirección bien ubicada, cuidadosamente pensada y preocupada por su confort. Una dirección que no busca hacer demasiado, pero que hace bien lo esencial: ofrecerle una estancia tranquila en una ciudad en movimiento.
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